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Curiosidades Históricas

«EL REY GALGUERO»

FEDERICO II «EL GRANDE»

El 24 de enero de 1712 vino al mundo uno de los hombres mas prodigiosos de la historia universal: Federico II de Prusia, conocido como Federico el Grande. Su padre, Guillermo I apodado el Sargento, militarizó Prusia e intentó educar a su hijo de forma espartana alejado de sus inclinaciones humanísticas e intelectuales, lo que provocó el enfrentamiento entre ambos muy pronto.

El joven Federico con 18 años huye a Inglaterra renegando de los principios de su padre. Es descubierto y apresado por la policía prusiana, privado temporalmente de la categoría de príncipe heredero y obligado a presenciar la ejecución de uno de sus dos cómplices. A Federico no le queda mas remedio que amoldarse a los requerimientos de su padre, incluso obligado se casa con la Princesa Isabel Cristina de Brunswick, a la que nunca amó ni de la que tuvo herederos.

En 1740 tras el fallecimiento de su padre es coronado rey, generando en sus 46 años de reinado una serie de cambios políticos, culturales, administrativos y militares que hicieron de Prusia una potencia mundial.

Federico fue un erudito y gran humanista, favoreció el desarrollo de las artes y las letras, su corte fue cobijo de artista e intelectuales de la época. Escritor, compositor, constructor incansable, hábil político dirigente querido por el pueblo y especialmente genio militar. Cuando Napoleón, años más tarde entra victorioso en Berlín y contempla la estatua ecuestre de Federico situada en el paseo de los Silos, exclama ante sus generales: «Si él estuviera vivo nosotros no estaríamos aquí»

Federico establece su residencia en Postsdam, ciudad situada a unos 20 km de Berlín, y sobre una colina, rodeado de jardines y de frondosos bosques, construye un bellísimo palacio barroco rococó, al que denomina Sanssouci (sin preocupaciones). Allí alejado de los problemas, vive siempre que puede, con una reducida servidumbre y sus perros galgos.

Amante de los caballos y gran jinete, practica con sus galgos la caza en los amplios claros de los bosques circundantes: faisanes, conejos y sobretodo liebres. Las xilografías elaboradas en 1839 por Adolph Menzel que ilustran la Historia de Federico el Grande de Kugler así lo demuestran.

Por cierto las liebres nórdicas (lepsus europeaus) son algo mayores que las nuestras (lepsus capensis) tiene el pelo más oscuro, la cola totalmente blanca y las orejas más cortas; lo que no he podido averiguar es si corren más.

En la esquina del ala este palacio de Sanssoucí, Federico sitúa su despacho, y a pocos metros de su ventana construye su propia tumba. Es una tumba sencilla, un simple adorno renacentista y la lápida de mármol en el suelo con su nombre; y a su lado nueve pequeñas lápidas que contienen los restos de cada uno de los galgos, que él iba enterrando conforme iban muriendo.

Disfrutaba tanto con sus perros y estaba tan agradecido por esto que su mayor reconocimiento fue que descansaran con él para la eternidad. Que gran ejemplo para todos aquellos que dicen ser galgueros y criadores de galgos y que a la hora de la verdad no lo son.

Si alguien de los que me está leyendo tiene la oportunidad de visitar Berlín, que no deje de viajar a Postsdam para disfrutar con la belleza de Sanssouci y rendir con su presencia un homenaje de admiración ante la tumba de Federico el Grande, gran humanista, genio militar, político querido, buen Rey y mejor galguero.

Articulo de Marcelo Bonet Padilla, publicado en la revista «Galgos en Andalucía».